Científicos de la Universidad Estatal de Washington han desarrollado un diamante hexagonal mucho más resistente que los diamantes naturales. Travis Volz, investigador del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, es el autor principal de la investigación, publicada en Physical Review Letters.
El proceso de formación de estos diamantes
La creación de este cristal, que podría tener muchos usos en diferentes industrias, se desarrolló utilizando pólvora y gas comprimido para propulsar pequeños discos de grafito del tamaño de una moneda de diez centavos a una velocidad de unos 15.000 kilómetros por hora en un material transparente, cuyo impacto creó ondas de choque que transformaron el grafito en diamantes hexagonales.
Para medir la rigidez de su creación, los científicos realizaron una prueba de sonido y láser. Los expertos produjeron una onda sonora y láseres para medir la velocidad y el movimiento a través del diamante hexagonal, ya que el sonido viaja más rápido en materiales rígidos.
Una alternativa que podría ser eficaz
Los resultados de las pruebas mostraron que el sonido se movía más rápido en los diamantes hexagonales que en los cúbicos o naturales. Volz explica que los materiales más rígidos suelen ser también más fuertes, lo que los hace más resistentes a los arañazos y a la deformación de la superficie.
El diamante hexagonal, también conocido como lonsdaleita, es aproximadamente un 58% más fuerte que los diamantes naturales. Sin embargo, esta hazaña científica sólo duró unos nanosegundos, pero los científicos siguen trabajando para recuperarla.
Volz dijo que el diamante hexagonal podría ser una alternativa más eficiente a los usos del diamante cúbico, como el mecanizado y el taladrado.
El director del Instituto de Física de Choque, Yogendra Gupta, que también participó en el estudio, dijo que también es posible que en el futuro el material se utilice en anillos para dar un nuevo aspecto a las joyas.